lunes, 29 de marzo de 2010

El cantar de las piedras


El hombre bien pudo usurparle la palabra
A las piedras.
Y entonces no fue expulsado del paraíso.
Sino de las cuevas
Por el dios del asfalto.
Desde entonces las piedras se niegan a hablar
Para similarse en lo menos posible
Al hombre.

domingo, 28 de marzo de 2010

Pasos



Vi tus pies. Son muy suaves para marcar huellas.
Por eso tienes alas. Porque tus pasos no hacen ruidos.
Volvamos al principio.
Naciste en un nido de sueños. Es por eso el por qué de tus alas.
El universo se mira en tu mirada. Y tú vuelves a la luz.
Una y mil veces.
Hay un beso escondido entre tus miles de labios.
Humedad del rocío. Llovizna del ocaso.
Y luego caminas. Entre ilusiones. Caminas.
El otoño se pierde entre la sombra de tu caminar.
Árboles desnudos van detrás de tí.
Y luego el desierto. La piel rozando al sereno.
Y luego la otra presencia. Todo se fusiona. Y es la vida.
y todo se hace el ir y venir.
Nos esperamos encontrar y nos perdemos
En las huellas mismas del deseo.
Y luego caminamos, descalzos entre las piedras.
Soñando primaveras. Pero hay espinas,
Y se hace preciso orillar la marcha.
Y luego amanece.
El nuevo día nos encuentra enredados
Uno en el otro.

sábado, 27 de marzo de 2010

Horizonte


Dejamos las palabras. Las dejamos ir.
Ahora solo quedan las alas prendidas en la pared.
y los recuerdos que se pierden en el horizonte.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Gaviota de otros mares



Ahí va de regreso con su tambor
Agujereando la quimera.
Con los brazos extendidos
Y con el pelo amartillando mariposas.
Sin huellas en sus huellas. Sin humedad
En los labios. Casi sin rostro.
Casi desnuda.
Dejándose tocar por el viento
Y respirando sobre el aliento de la tarde.
Sonriendo a la sonrisa; Manoseandole las alas
Al recuerdo.
Volviendo la mirada
Hasta que se hacen sal sus pasos.

Pero solo es un día de su vida,
Ya mañana irá por otras tierras
Y alguien más nos hablará
De sus vuelos.

lunes, 22 de marzo de 2010

Hablar con la nostalgia


--Cuál es tu nombre?
--Mi nombre es
--Qué haces vestida de universo?
--Estoy parada ante la puerta del amor.
--Allí adentro no hay estrellas ni luceros.
--Busco unos labios para besar...
--Allí adentro reinan los ecos
--...Y un cuerpo que me anide entre serpientes.
Que me enrede los huesos; Que se ahogue entre
los ojos del olvido.
--Allí adentro hay humedad y rincones oscuros
Que olvidan respirar.
--Tiento a la suerte y al silencio de los mundos
Sin aliento. Llevo prendida la inocencia
Entre mis atardecidos pechos. Corro en círculos
hasta cansar la cultura del asfalto y luego
Me siento frente al fuego
A ver arder las pesadillas y la ceniza.
--Allí los pensamientos dan vuelta al laberinto
Hasta encontrarse nueva vez con prendas de ayer.
Y luego se piensa en la memoria perdida
Hasta que es hora de apagar el reloj.
--En otros tiempos dejaba mi aliento
En cualquier esquina. Tomaba los besos
Y daba mi cuerpo a cualquier promesa huera.
Me rendía a los vendabales y al volar
Vascilante de la nada. Fuí de uno a otro
Lado recogiendo semillas y doblándome
Sobre lo frío del jardín, hasta que
Se hizo pecado la tentación y espina la flor.
Y hoy espero al que está adentro. De cuerpo
Transparente y blanca armadura.
--Perderá la gloria en un rasguño del viento.
Sus ojos huidizos tientan a la locura. habla
Sobre las alas dormidas del espejo.
--Sin embargo, he venido sin abrigo.
Y no siento frío.
--Todo está apagado en el interior.
--Dejaré que corran las horas y caerá
La aldaba a mis pies. Tomaré el calor
Que le anida, mientras espero
En su compañía el nacer de un idilio
Pero no beberé su veneno.
--Hay más altura al cruzar el río.
Vete ahora, cuando aun no amanece el besar
De tus labios.
--Ya es tarde para ver detrás de las miradas
Del abismo. Me quedo hasta que se abran
Sus alas de papel y pueda yo doblarme en su regazo.
La noche es larga, es cierto; la soledad pesa,
También es cierto, pero ahí adentro
Está la voz de mi alma.
--Ahora te dejo, que voy a doblarme
En la blancura del espeso espectro de la noche.
Te dejo para que puedas ver lo que yo he visto.
--A tu viaje no le agrego equipaje,
Ni otro recuerdo que la bendición
Para cada huella de tus pasos a tientas.
Ya no me importa el pasar del tiempo
Ni el lejano horizonte. Ahí adentro
Está mi reloj y mi distancia. Espero.

Y quedó ensimismada, abrazada al sereno de la noche.
Mientras el capricho de un día
Se apartaba de sus ojos de ayer.

domingo, 21 de marzo de 2010

Siluetas



Se niega a la sonrisa sonreída. Se niega.
Y todo lo besado ya no es beso. Ni labios los labios.
Se niega a sorprender el vuelo en otros vuelos,
El canto entre otro canto. La voz dormida
Entre caminos desolados. Se niega en huellas,
A ser el corazón de una pasión hueca.
Se niega a ir atándose a los nudos de otras sombras.
En todo lo buscado busca en sí mismo.
El nombre de otro nombre y las espigas.
El fruto entre la tierra cuarteada. Se niega.
A ir mientras regresa. A amar sin ser amado.
A dormir entre los esquemas del desierto desespejado.
A la imagen que abre puertas ya cerradas. A ser,
A simplemente ser. A templar las cuerdas del destino.
A ahondar en las venas y en los ríos. A nadar
Sobre piedras carcomidas. A remar sobre el viento.
Se niega a vestir la humedad con besos o rocío.
Trabalengua del sol que sea aproxima. y sin mirar,
Le quema las pestañas al egoísmo. Tarde sin horizonte.
Amanecer sin aliento. Muro de blandos huesos.
Arrastrarse hasta las cuevas donde dormita la fe.
Deshojar mariposas. Tentar a la serpiente.
Respirar sobre el llanto enlutado entre cenizas.
hablar mientras desangra la esperanza.
Se niega a negar lo negado y luego regresar.
Y luego regresar sin tiempo atado a la mirada.

Se niega a la sonrisa sonreida. Se niega.

sábado, 20 de marzo de 2010

Por las calles del mundo






A uno y otro lado van mil fantasmas,
Un millón de velas apagadas y un sol radiante.
A uno y otro lado se abren cortinas
Y miradas sedientas de promesas, de palabras anaranjadas
O de sonrisas. Ya todos de regreso a sus nidos de arena
Se perciben sin la ilusión justa del abrazo.
Caen bajo la luz de la lámpara cual mariposas nocturnas
Y allí se van desdentando el alma y el cansancio.
y luego de doblarse en el abismo
Vuelven por un vuelo más sobre el concreto,
Baten las alas por entre el neón y el rocío.
Brillan las huellas mudas y las voces sueltas
Al capricho o a la esperanza.
Qué se yo.
Si soy uno más de los que hablo.

jueves, 18 de marzo de 2010

Cuando llora el espejo


La presencia necesaria del aliento.
La ausencia.
La voz que se cruza a nuestro mundo.
La voz que se va.
El camino empedrado de nostalgia.
Las espinas dobladas sobre un manto de arena.
El espejo quebrado en la caricia.
La otra imagen del placer.
El vacío infinito apagando las velas
Del laberinto. Oscuridad que toca
El agua mansa
Y se bebe, de un solo sorbo, la mirada.

Música que llega con el viento
Como el viento
Hasta que un rayo infinito de apagados susurros
Se dobla sobre las alas.
Se ata a sus compaces y luego huye.
Huye.
Y luego huye.
Corre entre sórdidos ronquidos y arcoiris
Por temor a bailar entre nubes
Atadas a escaleras
Y castillos poblados de amor puro
Y de esmeraldas.

Y se va sin regreso aun desnuda.
Desnuda de la vida y del abrazo.
Desnuda del camino y de los pasos.
Desnuda entre sus labios y la llovizna.
y se funde en el paraguas de su aliento
hasta que amaine el perfume entre su pecho
O se enrosque sobre un nido de espinas la serpiente.

La ilusión se ha doblado
Sobre el árbol sin sombras que respira.
Y de nuevo abre sus alas
A cantares que vuelan en agonías.
y ríe sin ternura, el eco de la esfinge,
De sus propias y ligeras pesadillas.
Le cruje aun el recuerdo
Del blando resplandor de la ironía,
mientras gime la aurora.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Camino 12


Qué podría decir de la vida hoy.
He ido por mil lugares y en ninguno me he quedado.
Puse la mirada en muchas partes y en todas el sol
Se hizo forma invisible mientras tocaba en su esencia
Lo mirado. Y todo era vida cada vez.
El mar apacible tocó mi frente.
El tiempo se va sin prisa como si esperara ver
Cada una de las dudas caer sobre el tinajo.
Y así viajamos por estas tierras de dios.

martes, 16 de marzo de 2010

El rostro del universo




Hablas de escuchar, te hablo de sentir.
De rodar por entre la fragancia de lo eterno.
Hasta que se deshagan los espejos
En la oscuridad de dos cuerpos tallados
A un lado del abismo.
Deshaciendo la felicidad pensada.
y soñando despiertos.
Con los labios alados y sin distancia.
Y los cuerpos tejidos a la tibia
Canción de mecidas tonadas.

lunes, 15 de marzo de 2010

Amanecer




Como es que se vuelve el paso. Lo he olvidado.
Preciso es encontrarse con el librito de las frases inconclusas.
Tanteamos, bordeamos, incluso desatamos todos los nudos.
Tú tienes las palabras fáciles. Yo tengo el sosiego de un desusado
Alfabeto. Vas y vienes. Caminas reculando los espejos.
Como un cangrejo de asfalto. Y la luna que se hace estrella,
De las noches de lluvia, bajo un techo de cana.
Hablamos de dos mundos que giran de por sí
Hacia parajes distintos. Tienes alas largas.
Yo tengo aprendido los pasos de regreso al paraíso,
Por entre los cadillos y el bejucal de zaragüey.
Faltarán agujas a nuestros relojes para bordear
El tiempo sumergido en la arena.
Cuando se hacían huellas las huellas,
y no eran precisas las palabras para entender
El silencio. Dos. Uno. Multitud. No es posible
Ver el mundo cual si fuera un número
O una ilusión que se nombra en sí misma
Mientras se pierden las miradas
Detrás de altas y duras paredes de incomprensión.
El presente nombra otros horizontes.
Y estoy desatando las voces que han de dormir
Las luciérnagas sobre la humedad del rocío.
Toda palabra es simple. Metáfora o beso.
Canción o abrazo.
Me quedo sin saber lo olvidado.
Mi casa es de cartón
En ella pernoctan los lagartos.
Bendiciones.

La ciudad






La ciudad está llena de miradas.
De canciones inconclusas y de fantasmas.
Los sueños diluídos en el asfalto alzan la voz
Al pasar el transeúnte. Al ladrar los perros.

sábado, 13 de marzo de 2010

Dialogo con el universo


-Dejemos las cosas así. Me dijo el universo.
Y yo le contesté sin contestarle. Me dibujé azules
Y blancos círculos en todo el cuerpo. Miles de ellos.
-Eres un chiquillo. Me dice el universo.
Tan solo tengo los años que tengo. Y manos incultas.
Y mirada perdida. Y palabras insospechadas. Y un cántaro.
Y muchas esperanzas. Y estrellas en el cielo por las noches.
Y una canción que lleva tu nombre. He dibujado tu corazón
En la arena. Y el viento me ha dicho que sonríes mientras duermes.
-Soy el universo. No duermo nunca.
Si que duermes. Y orinas antes de ir a la cama.
Y te arropas de pies a cabeza. Y cuentas ovejas
Cuando no puedes dormir.
Me dicen los duendes que a veces roncas.
-Esa es una blasfemia de esos enanos complacientes.
Y que tiran piedras en tu techo para que pares la sinfonía.
Y que hasta gatos te han tirado. Y hasta la dentadura postiza
de una estrella fugaz.
-Deberías medir tus palabras.
No. para qué. Si son diminutas todas.
Terminan apenas empiezan y luego se hacen alas de serpiente.
Y oasis para los desiertos. Y plumas negras para los cuervos.
y rocío para el amanecer...

Hace un siglo que no le veo. Desde entonces.

viernes, 12 de marzo de 2010

Cuando ya no quedan más palabras


Ya ha pasado un siglo desde la primera vez.
Y si te hubiera dicho algunas cosas?. Digamos dos palabras.
Pero no hubo espacio suficiente para algun nido.
Volamos entonces sobre las alas de la tormenta.
El camino se hizo largo. Muy largo. Despues perdimos los rostros primeros.
y los espejos. Y regresamos. Casi sin saber por qué.
Todo era ceniza. O casi todo.
Quedaba lo blanco de las cunas. Y las miradas claras sobre
La sombra de los árboles milenarios.
Pero qué decir
Cuando ya no quedan más palabras.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Huellas


Ya no cuentan los pasos de otros tiempos.
La historia vuelve a renombrar el horizonte.
El irse y regresar hará en las huellas
Nuevas huellas de ayer.

martes, 9 de marzo de 2010

Hasta el fin



He oído las mil voces del olvido. En tu recuerdo.
Pensamientos tras pensamientos. Todos a uno.
Como es que se desdibuja el cansancio?
Si ya los pasos se han ido con los pasos. Huellas con huellas.
El vagar eternamente no nos calienta el alma. Espejo en el espejo.
Aprendemos a mirarnos sin recelo. A voltearnos sobre la propia espalda.
A regresar al principio. A volver al último de los últimos rencores.
y amar sin ser sombra de una noche cualquiera.
El sueño entre sabanas blancas nos seduce. La piel abierta a las caricias.
Ruidos lejanos que nos tocan la frente...
La humedad deshaciendo tambores. Tristes miradas de estrellas fugaces,
Roja alfonbra, para no perdernos en lejanas lluvias.
Canción de papel.
Llegarnos hasta los huesos y volver respirando desde adentro
con media sonrisa y la mirada lejana. Separar los cuerpos y andar
Hasta la próxima estación. Deducir la distancia.
Y cerrando la puerta, ser niños de nuevo.
Hasta el fin.

domingo, 7 de marzo de 2010

Nuevo amanecer







-Qué nos pasó al salir de las cuevas?
Cómo es que tomamos el camino equivocado?
Hace un rato que todo eso sucedió.
Que no es posible empezar de nuevo del inicio?
Lo único difícil será poblar el area circundante de dinosauros
Y demás familiares.
Pero hagamos lo posible por no pisar las mismas líneas.
Así que cada cuál escoja su antro
Y olvídese el afeitao por un tiempo.
Todo empieza cuando suene el pitazo...
-Un momento!!!
En esa época no había pito ni flauta:
Eso es trampa!!!

viernes, 5 de marzo de 2010

La flor de la vida



Y allí, en donde sobran las palabras
Hay un vuelo de secretas voces
Aleteando como un sol sin luz
Tocando las manos que te tocan
Oyendo a quien te escucha
Calando las montañas que te traen de regreso
Y en la tibia nobleza del idilio
Surge la flor de la vida
Sin una sola espina.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Viento en el viento


No le puedo decir no al tiempo. A los ojos del destino
No le puedo decir no.
El templo del alma viaja en las alas del viento.
Voz del silencio, canción del amanecer.
Si fuera esencia no importara el reloj.
Pero la carne es el señuelo. La mordida al anzuelo.
El vuelo de la belleza creada
Por la palabra grabada en la palabra.
Y luego el pensamiento sigue la palabra.
Y la palabra al pensamiento.
Noche de mil estrellas.
Universo de arena.
Huellas.
vida.

No le puedo decir no al tiempo. A los ojos del destino
No le puedo decir no.

lunes, 1 de marzo de 2010

Y luego el amanecer



Tentación de voz. No es posible verse andar. Oir los pasos.
Hueso a hueso se arma el esqueleto. Universo enroscable.
Y luego echarse a andar:
Doblando esquinas;
Olvidando el ropaje en los matorrales.
Arena movediza y canción. Rosa y espina.
Pronunciar tu nombre entre otros nombres tuyos.
Respirar la prisa entre ojos que atraviezan la calle,
Con lo rojo del semáforo a favor.
Serena ilusión y dedos sedientos,
En la frente una cruz. Color movedizo que despierta
Cuando ha de dormir el ladrido de los perros.

No se guarda la distancia entonces.
Hay el tiempo preciso para una sonrisa leve,
Para enmudecer la nostalgia. Para secar el sudor.
O deslizarse río abajo como un pez...
Se atrazan los caprichos entre nuevas promesas.
Los pies alardean su viejo plumaje
Y el horizonte retoca las últimas nubes en su regazo.
Una canción entre la humedad de tus labios.

Y luego el amanecer.