martes, 27 de abril de 2010

Detrás de la puerta






La imagen está escondida tras de la puerta.
Con los ojos puesto en la distancia incalculable de la vida.
Anclando la ilusión de un día ser quién es.
Detrás de la puerta. Sin equipaje.
Escuchando ver pasar los peces y los ríos.
Mientras su pies dormitan sobre la alfombra.
Y su cabellera sin sol se hace pensamientos.
Detrás de la puerta.

domingo, 25 de abril de 2010

Y en todo, sonreir




Aliento. Mirar sobre el abismo. Despertar.
Ir por avenidas desiertas
Armando tu egoísmo. Doblarse sobre el ambiguo
Pensamiento de la soledad en compañía.
Dejar que pasen las horas sobre un reloj
Que se pierde con la tarde.
La canción sin nombre que se agolpa
Entre el respirar pausado del amor callado.
Y en todo, sonreir.

miércoles, 21 de abril de 2010

Mirada




Miro las manos que hicieron el camino.
Miro esas manos.
Oigo el gesto fabuloso que regresa la mirada
En la mirada misma. Sin dejar de ser.
Olvidando el olvido, las ruinas y el mar desnudo.
Se toman las palabras. Una a una. Y las huellas.
Y las sombras de los árboles con mirar de serpientes.
Y el viento arrastrando la historia infinita de la nada.
Y el tambor columpeando
Entre compases huecos y profundos.
Y el ahogo de alas de mariposas
Que se pierden en las noches sin estrellas.

Miro los dedos que acarician las hojas caídas,
Que refugian las raíces
Por curar la sed
Del amor sin nombre enterrado en el atardecer;
Las bombillas quemadas de los barrios sin nombres,
De los hombres que se abrazan a la cruz
De un nuevo día. Miro la voz entrecojida bajo
El mantel incoloro del silencio. Y luego me voy
Sin decir adios. A cualquier lado.


Miro las palmas que encubren el destino
Y dejo doblado el calendario
Sobre un reloj de arena.

lunes, 19 de abril de 2010

Hombres sobre el asfalto



Nos vimos al espejo antes de salir a la calle. todos.
Y luego el camino se hizo eterno. A ninguna parte. Se hizo eterno.
Era cuestión de hacer que se hacía. De vivir como si se fuera.
De galopar sobre la costumbre de sobrepasar el laberinto.
Oir las campanas. Rezar el silencio. Dormir sobre el sueño.
Y despertar sin ser visto al interior.
Cunas de arena sobre el reloj.
La tormenda adormecida se hace transparente entre nuestro
Vendabal de pensamientos.
Vestidos de lluvia y húmedos cantos.
Volver. Entonces volver al nido.
Y mirarnos al espejo. Al regreso.
Mientras el sol se dobla sobre el horizonte.

sábado, 17 de abril de 2010

De güibia al mar caribe






Tentación de olas blanquecinas.
Canción de la tarde serena.
Dormidas en la arena quedan fábulas y caracolas;
Cangrejillos transparentes que se hunden
Hasta tocar la sal de otras playas.
Y luego la lluvia que corre con el gemir del ocaso.
Las algas vienen a morir a tu orilla.
Mientras mil hombres escarban tus límpidos sonidos
Invertebrados. Me veo como un árbol en medio
De este juego. Casi en una sonrisa recorro,
En una sola mirada, todo el panorama.
Y luego la noche.

martes, 13 de abril de 2010

Antifaz


Era casi una mirada. Lunas lejanas apresuraban la noche.
Ya no había más que maletas rotas. Espejos.
Sobre la mesa quedaban los recuerdos crudos.
Y él sentado sobre la historia reciente.
Mientras sus manos se perdían entre dedos
De sus dedos, contando estrellas
Y lágrimas lejanas.

lunes, 12 de abril de 2010

Mirada


Esas calles lejanas. Esas luces que se escapan en la noche y se ponen al pie
de nuestra vida. Esos rostros tayados fuera de sus voces. Esa canción que
recorre cada vena de nuestra existencia sin dejar de sonar. Esas paredes que ruedan la nostalgia y nos ponen al pie de la inocencia. Esas promesas de paraíso...

sábado, 3 de abril de 2010

El jardín



Correr. Irse sin distancia hasta el alba.
Tomar los espejos de un sol amanecido.
Y luego regresar al nido.
Con la voz entrecortada, dejar la humedad del paraguas
Tras la puerta. Preguntas sin respuestas,
Realidad fingida. Agujas entretejidas y olvido.
No hay sobre la mesa tempestad alguna,
El pensamiento firme del viejo horizonte.
Y la canción eterna que palpita.
Todo queda en un rincón. Entonces.
O casi todo. Sobre la parte más alta
Del reloj, hay un jardín pintado en la pared.
Con verdes hojas.