

Pensaba, solo por pensar, el tiempo que me he pasado ante la pantalla de un televisor.
Y me pregunto qué tan útil ha sido eso de embrollarme con todas esas historias, con
todas esas vidas que de algún modo se volvieron la mía. sus lágrimas mis lágrimas,
sus acciones las mías...Qué pude haber hecho con todo ese tiempo que le diera un
valor diferente a todo lo existencial.
Un libro en vez de la tv
las calles en vez de la tv
la playa en vez de la tv
el parque en vez de la tv
la lluvia en vez de la tv
una llamada en vez de la tv
chiqui-chiqui en vez de la tv
practica de deportes en vez de la tv
billar en vez de la tv
caminata por la orilla del mar en las tardes en vez de latv;
cinemateca en vez de la tv...
en vez de la tv,
otras pantallas menos absorventes...
Horas. Me pregunto las cantidades exactas de horas
que quedé inmerso entre esa telaraña, especie de
manzana-serpiente, de ambigüedad inclemente.
Voz cadenciosa que invita a echar las alas
por el piso y ver volar...
Soñar paralizado...siendo como una mariposa
perdida en medio de la noche, envuelta
por esa luz que confunde
y embriaga a la vez...
Y luego encumbrar el vuelo hacia cualquier lado,
distraído,
porque ya todo había pasado en la pantalla...
y ahora era la vida!.
con menos voces. la vida
con menos velocidad. la vida
con menos oportunidades. la vida
con menos luz. la vida
con más ruidos y menos música. la vida
con calles más estrechas. la vida
con menos paisajes. la vida...
ordenar todo esto, en este punto de la existencia,
requiere de más de una mirada.
porque entre la vida y la tv...
Con cuál quedarse?