domingo, 7 de diciembre de 2008

Monólogo a tus lentes y a la tarde(2)



Y luego todo empieza de nuevo. Casi de nuevo. Allá donde nos encontramos, en medio de ese brumoso desierto hay una primavera gris que lleva por nombre espina. Tentamos los andrajos del destino. Casi nos conocemos. Es cierto, casi nos conocemos y ya nos vamos por rumbos distintos o simplemente seguimos el derrotero marcado por la incertidumbre...Nunca me dijiste que tu nombre era tan difícil de pronunciar. Dices que para pronunciar mejor te quitas los lentes y hablas a pleno pulmón...cómo te llamas? te he preguntado mil veces, Cómo te llamas y siempre me dices lo mismo. Ya he olvidado qué. Qué nombre me has dicho mil veces desde lo alto de esa tarde que carga tu tristeza. Hoy me persiguen las ganas de reír. Y deshojo carcajadas solo para no morir en medio de esta agotada paciencia de las horas que pasan con voz tan pesada como el plomo. Es otro montoncito de palabras. Ya luego vendré en plena noche, y dibujaré una guitarra en tus sueños y la serenata caminará a nuestros pasos primeros. Llenos de plena inocencia...

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