lunes, 30 de noviembre de 2009

fabula 63






miro las palabras. leo la imagen. me dejo llevar
por narciso al río. piso las hojas secas,
para doblar mi invisivilidad. luego respiro.
es el camino.
podría decir que soy serpiente
podría decir que soy veneno.
podría arrastrarme hasta el nido de las manzanas.
algo más...
podría cesar de buscar lo inexistente
y volver lo desandado.
ver echar alas a mis maletas.
equipaje de arena
tren sin rostro fijo de blanca cabellera.
reconozco que somos humanos.
hasta las piedras, las aves y las plantas
somos humanos.
menos icaro. hasta la ceniza en que despierta
el fenix es humana.
menos la historia o el barro.
una fábula es una fábula.
la vida que vivimos es una.
la vida que contamos es otra.
amo a las flores y a las mariposas.
y a esa muchacha lejana que no deja que el mar
me haga sal y arena...
pongamos un número,
para eso de las estadísticas.
digamos que esta es la fábula 63. si.
no la 64 o la 65...la 63.
ya se abren las ventanas y debo irme a ningún lugar...
voy por una fábula más que contar
mientras lo humano se derrite a la mirada del sol.

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