jueves, 3 de diciembre de 2009
casi eduardo
esa canción tiene los ojos de mi abuela.
azul. azul celeste. azul azul.
pero no es una canción.
aun no se inventan los radios
ni los cantantes amicrofonados.
no.
aun vagamos por las cuevas.
olemos a algo que no está perfumado.
y la barba nos hace tropezar a cada paso.
me gustaría saber de lo que hablo.
hablo de una canción con los ojos de mi abuela.
veo que hay muchas historias
que se recomponen según suene el reloj.
ya somos viejos. ya somos niños.
ya somos rio. fuego. cenizas. fénix. canción.
y todo porque no está permitida la nada.
le pongo nombre a las cosas que no entiendo.
y así la entiendo cada vez menos.
hasta que me olvido de ellas.
hay tentación amarga en los cañaverales.
la sal me hace volver la mirada.
soledad sin fin que regresa como un universo en pantalones cortos
y le gusta encampanar capuchines...
casi me aprendo la hipocrecía.
soy el cartón que alguna vez fué árbol.
duermo donde me toma la noche.
y luego digo lo que me parece que veo.
regreso desnudo al principio
en medio de los sueños.
me baño entre el barro y las montañas.
y mi corazón renace
con los primeros rayos del sol.
me llamo eduardo.
juan eduardo almonte.
eso creo.
casi soy ese nombre por lo que creo del mundo.
nunca completo.
nunca conforme. siempre cabalgando...
abierto a la inocencia...
casi eduardo.
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