jueves, 4 de junio de 2009

De blancas plumas


Un ave se hizo nido. Se hizo espejo.
Sus alas se hicieron cenizas entre la niebla.
Ilusión vana, de no querer volar sobre otros vuelos.
Otras alturas le pusieron eternamente sobre otro cielo azul.
Entre otros vientos. Se hizo esqueleto y espejismo su reloj.
Su pico de cristal quedó envuelto entre incertidumbres
De cartón piedra y doblados paraísos.
Hoy es un día bueno para volar, piensan otras aves.
Pero esta ave es nido, charamico y universo.
Mientras se dibuja sobre el horizonte,
Un nuevo amanecer de blancas plumas...

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