sábado, 30 de mayo de 2009

Casi el olvido



Vimos esas tormentas despertando madrugadas.
El viento cabalgando sobre el frágil destino.
Y la lluvia haciendo alfombra entre los altos pinos
Antes de ir a caer sobre la tierra sedienta.
Después salió otro sol sobre otras tormentas.
Las manos se abrieron, se alejaron los cuerpos.
Tu fuiste la canción, yo la distancia.
Tu la lluvia y el vendabal, yo la humedad y el murmullo del viento.
Ya casi no recuerdo tus recuerdos.
Ni los montes callados que se abrazaban en la tibieza de tu mirar sereno.
Mientras llegan otras lluvias para estos tiempos.
Y otros recuerdos. Nada queda de esas formas. Nada.
O casi nada...

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