Contar una historia. Darle matices a una realidad suspuesta.
Parece algo simple. y en efecto lo es...
Mujer de un solo beso -Qué tan cierto eres?
Hombre azapatillado -Solo deja correr tu sombra sobre mi aliento.
Mujer de un solo beso -Me pesa esa incertidumbre de tocar y correr con la lluvia.
Hombre azapatillado -Descubro talantes de hierro en lo sensible de tus sueños.
Mujer de un solo beso -Me viste esa luna que seduce la oscuridad de lo eterno.
Hombre azapatillado -Después nos haremos parte del susurrar del olvido.
Mujer de un solo beso -Hablamos sin espacios.
Hombre azapatillado -Abrazo del abrazo que se apila a las horas que pasan.
Mujer de un solo beso -Esa humedad que despierta los vacíos. El viento respira.
Hombre azapatillado -Cómo es la historia por contar?
Mujer de un solo beso -Tiene que ver con fundirse al deseo y luego despertar.
Hombre azapatillado -Volverse asfalto?
Mujer de un solo beso -El oasis siempre es como el desierto.
Hombre azapatillado -Sobre la arena, las perlas brillan.
Mujer de un solo beso -El nombre de tu aliento va entre estrellas y luciérnagas.
Hombre azapatillado -Cuento huellas. Mientras todo lo cierto se hace nieblas.
De todos modos, todas las historias ya están contadas.
Por eso, no preocuparse contar lo contado. La fábula se hizo desde el barro.
Pichilo -Yo soy el que soy y no me parezco a nadie.
Pichila -Si lo sabemos. Eres todo un fenómeno de la naturaleza.
pichilo -Soy pin-pun al Ken de la Barbie.
Pichila -Ni que lo digas!.
Pichilo -Me sé el mundo y a los hombres; a los peces y a los animales.
Pichila -Sabes lo que sabes. Todo lo demás es monte y culebra.
Pichilo -Tengo la suerte que la suerte siempre ha soñado.
Pichila -Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis...
Pichilo -Voy y vengo mientras el día es noche y cuando la noche se abre al sol naciente.
Pichila -Y luego colón descubrió América, y Nicolasa la Diva se puso pechos de silicona.
Pichilo -Las puertas se abren a mi paso.
Pichila -Mambrú se fué a la guerra, que dolor que dolor Qué pena!!
Pichilo -Qué me dices de ti Pichila?
Pichila -Bueeeeno, de mí tengo poco que decir. Pero me va un pan con mantequilla...
Prefiero leer historias a escribir historias. Y entonces, las palabras...
Surundango. -¿Qué cantidad de palabras has soltado en toda tu existencia?
Sorondingo. - Pues la que he dicho. Y punto.
Surundango. -No, en serio. A quién se las ha dicho, por qué se las ha dicho?
Sorondingo. -Ya no me acuerdo.
Surundango.-No te acuerdas? De qué te has pasado hablando en la vida?
Sorondingo.-De cosas que tienen que ver con ser y no ser. De tener y de esperar...
Surundango.-Vaya! Y cómo te sientes después del pasado y antes del futuro?
Sorondingo.-Pues me siento de la forma en que me siento!.
Surundango.-Que respuesta más profunda!! Pero qué piensas decir mañana?
Sorondingo.-Eso habrá que ver! Yo creo que no sé.
Surundango.-No sabes?
Sorondingo.-No! no sé.
Surundango.-Te puedo hacer una pregunta?
Sorondingo.-Noooo!!!
Surundango.- Es eso una respuesta a lo que no te he preguntado o qué?
Sorondingo.-Eso es lo que es.
Surundango.-Vaya! qué forma de gastar el tiempo tenemos!
Sorondingo.-Si. No es fenomenal?
Surundango.-Sí que lo es!...
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