martes, 28 de abril de 2009

nubes de papel






Y en todas las cosas que fuimos
Fuimos golondrinas, viento y primavera.
Canto entre luceros,
E ilusión.
Lluvia entre la lluvia,
Nubes de algodón. Camino y caminante.
Y fuimos el viento que mece la tarde.
Vemos esa mirada que se ha ido,
Por volver a andar, vemos la palabra
Entre acordeones.
Respiramos así con la prisa secreta de otras alas.
Ämando la marcha que se anida
Sobre el próximo amanecer.
La vida.

domingo, 26 de abril de 2009

Fabula de una canción






No hubo preguntas. Con la vista anclada al horizonte
Se hizo golondrina.
El mirar radiante de sus alas encubre lo gris de la tarde.
Ciguapa. éra el susurro, bajo las hojas secas, del viento.
Luciérnaga navegando por el caudal de la noche.
Dibujando siluetas y nuevos caminos. Para la voz perdida.
De regreso a ese mundo de esperanzas. Cantando al canto y al rocío.
Con la suerte de ser algo así como un respiro.
Ciguapa. Con los humedos pasos de tus pies dormidos.
Y luego fuimos un poco más que eso.
Y luego la mañana.

sábado, 25 de abril de 2009

viernes, 24 de abril de 2009

Volver la vista atrás



Y en medio del camino, el caminante vuelve la vista
Atrás.
Su mirada de sal recoge ese aliento infecundo.
Y a borde de hacerde sonrisa, recuerda otros espejos.
Para hacerse horizonte
Mientras sus huellas desnudan la noche
Y se hacen noches sus días.

miércoles, 22 de abril de 2009

Superheroes




En algún lugar de nuestra imaginación,
Un poco después de los caballitos de palo y las chichiguas,
Llegaron, para no irse jamás, una serie de heroes.
Por llamarle de alguna manera.
Creo que se ha dicho todo de ellos.
Nada podría decir. Así que tan solo los dejo
en presencia de estos. Lueguito vendrán otros más.
Estos tres sobresalen.
Quizás porque les leí en abundancia.

lunes, 20 de abril de 2009

Juglar de una sonrisa




Contaba las palabras como un cuento.
Una a una. La tarde le encontraba disfrazado de ternura.
Acaso iba por esos versos que hacen recordar,
Sin olvido,
Que no es posible dejar de amar
Aquello que el corazón no le tiene nombre.
Deshacía tormentas respirando sobre la lluvia dormida.
Cunas de papel fueron barcas para los días de mares
Y de luna llena.
Nada parecía tener sentido. Nada lo tenía en realidad.
Porque no se trataba de armar fábulas o domar el viento.
Sino de ser algo más que la quimera infantil
Que aleteaba recuerdos infatigables con sabor a chocolate.
Juglar sin armazón, sueño alado que se ataba a las nubes
Sin esperar más que ver sobre la arena el reloj
Rehaciendo canciones de sirenas y quebradas olas.
Con la sonrisa que le dió el beso de una tarde cualquiera.
Lucero de una vieja ilusión. Todo entre ábacos y caballos de madera.
Y en todo la sonrisa. Entre palabras inservibles o
verbos desatados del asfalto.
Se dejaba mirar sin prisa,
Con el aliento encumbrando cometas y durmiendo el sol
Entre cunas de algodón y horizonte.
Sobre su mesa quedaba aquella sensación indefinible,
Que le hacía rebuscar esas formas
De incontables colores, haciendo sombra a la sombra
Y al recuerdo. Y en todo,
La sonrisa entreabriendo alfabetos y voces intangibles.
Girando sobre un mundo rehecho lejos del concreto
Y si era posible, correr con los arroyos
Hasta un río cualquiera. Y luego volar hasta
Otras palabras menos manoseadas y despertar...
Despertar en la noche entre estrellas fugaces.
Como una estrella más.
Lejos de las palabras y las frases
grabadas sobre la humedad del espejo.
Juglar de arena
Que sabe sonreír y ser camino.

domingo, 19 de abril de 2009

viernes, 17 de abril de 2009

camino


Lejos de todas las formas pequeñas va el hombre.
Lejos de los espejos y de las hojas secas:
Hay cascabeles que mece el viento.
Pero el camino es el hombre
Y todo lo que ha hecho de él
Su sueño.
Mientras va despierto por la vida
Como la vida misma.
Se hace sonrisa el vuelo de las mariposas
Y el correr de los ríos.
La luz más sublime viaja por el interior del caminante.
Y la tormenta se duerme en su regazo.

jueves, 16 de abril de 2009

Anima


Todo el camino se reduce al caminante.
El hombre es el viento mismo y es las huellas.
En compañía del ánima, cabalga el destino.
Y el hombre es el camino.

miércoles, 15 de abril de 2009

Danza a la vida



Ese canto sustancial que lleva el viento.
La lluvia.
Ese baile preciso que respira y sonrie.
Que es el mar y la orilla.
Que es la barca y las olas.
Ese anhelo que viaja sin equipaje.
Camino y caminante. ocaso y madrugada.
La danza intangible que nos abraza,
Que nos bendice y nos mira ser...
La vida.

lunes, 13 de abril de 2009

cuando no hay cuentos que contar






Algunas veces no hay cuentos que contar, dice el juglar.
Algunas veces se busca esa mujer de los bosques entre los sueños.
Algunas veces su larga cabellera y sus pies inverso.
Solo nos quedamos siendo estrella de la noche.
Pensando en ciguapas y caminos.

domingo, 12 de abril de 2009

almas del viento







miramos las manos. todo estaba escrito sobre el horizonte.
la primera canción. las huellas de miradas idas. los recuerdos.
y el aroma que aletea en su esperanza. alas de cristal.
susurros que se quedaron varados sobre una tarde cualquiera.
casi como un lucero. y luego fuimos dos con la noche.
de regreso a las palabras pequeñas que nos dieron cielo azul,
y la espera de la lluvia bajo el espejo.
nadie preguntó después. luego la imagen de la indesición
nos mantuvo despiertos sobre lo imposible.
nisiquiera el silencio esperó por nosotros.el tren marchaba.
volaban las margaritas hasta un jardín sin primavera.

-ya no reconozco los sonidos en tu andar pequeño.
-dejemos que se vayan las horas con las horas perdidas.
-no se duerme la oscuridad con promesas vanas...
-respiremos sobre las viejas promesas y volvamos a andar...
-Qué tan pequeño fuimos para poder volar a corazón abierto?
-no quisiera verme entre esa fabula doblada sobre la sombra
de un viejo arbol.
-faltan caminos por andar.
-otros caminantes irán con las huellas de las huellas.
-no nos mira la noche como estrellas.
-olvidamos brillar cabalgando sobre la luna despierta.
-quisiera reconocer mi rostro.
-está un poco alejado de tus posibles recuerdos.
-aun no me encuentro en la desnudez de los años idos.
-tampoco habrá cortinas cuando toques el abismo en tu perfume.
-de donde viene ese sueño que se ha ido sin mí.
-deja que amanezca.
-volvamos al principio.
-aun somos la ceniza de aquel fuego.
-hay nubes perdidas como un cielo errante.
-el viento le hablará en su regreso...

Y así nos despedimos nuevamente. sin ver la diluída madrugada.
hablandole a los ojos dormidos entre el frescor del rocío.

sábado, 11 de abril de 2009

Machu picchu



"Machu Picchu (del quechua sureño machu pikchu, "Montaña Vieja") es el nombre contemporáneo que se da a una llaqta (antiguo poblado andino inca) de piedra construida principalmente a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de los Andes Centrales, al sur del Perú. Su nombre original habría sido Picchu o Picho."


"El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas maravillas del mundo en una ceremonia realizada en Lisboa, Portugal, luego de la participación de cien millones de votantes del mundo entero."

http://es.wikipedia.org/wiki/Machu_Picchu

jueves, 9 de abril de 2009

Contar estrellas




La mejor historia siempre está a punto de contarse.
De ver la luz. Allá donde nace el universo,
Donde muere la tarde. Cuna de papel, viejas sonrisas
Que se hacen viento y lloviznas...
Manos que se hacen alas,
voz que sacude como tormenta aparte
Tocando inocencia y cielo abierto.
Contar estrellas.
Ser noche y luna. cocuyo y rocío.
Amanecer y espejismo.
Nido de esperanzas se sacuden al interior de otras miradas.
Y con todas las fábulas y la memoria
Nace la vida.

martes, 7 de abril de 2009

volar


Afable melodía es tu andar ligero. De donde vienes
Cansada de soñar sueños despiertos?. Quién dejó
escurrir tu nombre por entre donde habitan las serpientes
por los cielos, vestidas de golondrinas?
No hay canción posible para tu estrujado tiempo ido...
Dibuja nuevamente tu horizonte, te digo.
Recorre, como una tarde cualquiera, todos los besos perdidos
Y hazle un nido al pasado. Luego déjalo ahí. Que lo caliente
El sol del nuevo día y hecha a buscar perfumes y arcoiris
Con media sonrisa en tu rostro y tu corazón envuelto
En carcajadas. Radiantes; que palpiten con los mares
Y dobleguen las olas.
Un poco más allá del olimpo, hay otros dioses vestidos
De mariposas. Deja que la tormenta te abrace
Y hazte una con el viento vagabundo que dobla
La embriaguez y hace huir a las piedras
Y a los grillos...
Mira en tus ojos el brillo prohibido de un lejano paraíso,
Y no vuelvas la mirada. Solo ve por todo aquello
Que te tiene reservado el espejo
Entre los brazos de un nuevo amanecer.
No temas, golondrina, volar con las serpientes.
Estas hecha de oro puro. Eres diamante
Para las miradas frías.
La voz que amamanta la tormenta va contigo,
No le temas a la espada del silencio.
No llores por jardínes o coronas de espinas.
Ve a encontrarte con lo que eres al lugar que decidas ir.

viernes, 3 de abril de 2009

Melodía del viento






Quise escribir con voz de viento.
Y el viento se empujaba hacia mí.
Como una barca. Como el mar en cielo estrellado de estrellas;
Como la mirada firme de la noche
Como el aliento indescifrable del destino.

Quise desplegar alas a la imaginación.
Y miles de colores perfumaron el reloj
Y el tiempo fué la arena y el eterno presente.
Presentían la lluvia los lagartos,
Los grillos eran las oscuras y lentas horas
Que parecían no pasar mientras pasaban.
Se abrían las puertas de entre puertas abiertas,
Y las cortinas eran luminosas palabras
y aves que relampaguean en veloz vuelo.
Yendo a ninguna parte, alegremente triste;
Tristemente alegre como el aire que se colaba
Entre sus agitados plumajes.
Mientras, respiraba el esplendor de un sueño.
Estatuas de algodón miraban inmóvil
El canturrear de espejos que era el mar
Mecido por la imagen del viento mismo...

Y en todo,
Era posible regresar
Con el alma cargada de heroísmo
y el corazón abierto a la vida.

Quise deshojar árboles de felicidad
En cantos de primavera. Bailaban naranjos;
Los juncos ladeaban tocados por mil flores
De un vendabal de soplos nocturnales.
Vestidas, entre pinos que silbaban, había una mujer
bella
Como la luna ausente.
Y fué la luna esa mujer en medio de la noche.
y entre verdolagas y morivivís
Los buhos poblaban con sus cantos
La orquesta inquebrantable que vestía el paisaje.
Del sereno se extendían infinitas lucecitas
De los cuerpos de luciérnagas que volaban
En medio del verdaje flexible al viento
Y a la mirada.

Y todos a unos se hicieron el presente,
La flor era flor de alados colores
Y ,en tonos frescos, los arroyos
Se extendían sobre la sobriedad
De una tierra húmeda de besos,
De piedras durmientes y peces doblados en sus escamas.
Respirando en la sed ausente de las amapolas.

Y todo fué así, como un hechizo.
Como el toque infalible de un cometa
En lo alto del deseo.
El acelerado vuelo de los murciélagos
Deshacía la lentitud de la nostalgia
Y era yo pequeño, pequeñito
Lejos del cansancio y del concreto.
Ligero equipaje, Hablar pasajero
Y mirada perdida sin casi mirar.

Mujer. Me gustan las cosas que van con el viento.
Hombre. Al viento le gusta tomar el perfume y echarlo
a volar sobre los bosques. Y que llegue el mar
Y se haga olas.
Mujer. Tienes entre tu ambigua cabellera mil gaviotas.
Hombre. Y un cántaro atado al egoísmo. Mis pasos regresan
Mientras voy
Amo la esperanza y la blanca risa.
Mujer. tengo entre mi alforja el color verde de unos ojos
Y el hablar sereno del arroyo. Soy el vendabal que duerme
En los caminos
Cuidando de las huellas y el paisaje.
Hombre. Tienes cuerpo de guitarra y pies inverso.
Razga en tu impenetrable silueta melodías
Que hacen camino en el pensamiento último.
Mujer. Así me quiso dibujar la noche.
Hombre. Hueles a la ilusión de un niño dormido.
Mujer.Me gusta recoger flores silvestres
Y ver crecer, entre cuaresmas, las perdices.
Alegran el corazón de los arroyos.
Hombre. Hay una tristeza infinita en lo más hondo
De tu altiva mirada.
Mujer. Una canción perpetua palpita el corazón
Pequeño que habita en mí. Es un fiel compañero
Que hace crecer mis alas si quiero volar.
Hombre. Hay plumas verdosas entre tu pelo.
Y tus labios despiertan mil mariposas entre mi pecho.
Tu voz es suave como noche serena. Dónde van tus deseos
Cuando vas sola?...
Mujer. Libres como el viento caminan. Encuentran
Si encuentran. Sino se sonríen y vuelven a mí, pacientes,
Porque habrá otros días para habitar nidos
Y dormir despiertos.
Hombre. Nunca te encontrarás con tus propias huellas.
Ellas vuelven cuando vas, y cuando regresas ellas echan
A andar...
Mujer. No vine a atarme al follaje en esta vida.
Voy con lo verde del bosque
Hasta la orilla del cemento
Miro
Y sin pensar regreso
Con todo esto que me habita y me puebla.
Hombre. Como termina todo cuando termina?
Mujer. Igual que al empezar. Del mismo modo.
Hombre. Hubo en otros tiempos cosas
Que sabían hablar con la mariposa y las flores.
Ir con el canto de los grillos y correr
Entre la tormenta como el viento mismo;
Como la fuerte lluvia
Que inclina la voz violenta
Y cantar como el trueno Y herir como rayo...
Mujer. Tengo guardada en mi emplumada memoria
Otros vuelos.
Hombre. Déjame ver las alas que pueblan tus recuerdos.
Mujer. Los llevo conmigo. Pero solo puedo permitirte
La mirada a mi mirada
Y el calor de mi cuerpo.
Hombre. A dónde irás después?
Mujer. Donde me lleve el viento.
Hombre. No quisiera saber con qué hogar sueñas,
Pero donde quiera que vayas
Irán allí también tus sueños y tus quimeras.
Mujer. El pálido andar de la noche me invita a seguir.
Hombre. Vé y no vuelvas la mirada.
Mujer.El ancho sombrero de cana oculta tu semblante.
Hombre. Solo tengo la voz que te ha tocado.
En mi rostro llevo el espejismo de una tarde gris
Y el cantar sereno de los campos.
Mujer. Soy cigüapa. Algo así como el aliento
Que despierta la lluvia,
Y hace huir a la oscuridad.
Soy el rocío que calma la sed a las mañanas.
Lágrimas de la noche que termina.
El agua del río
Y el vuelo entrecortado de la pena...
Me gusta volar con las mariposas
Y ser flor en primavera. La tierra húmeda
Y la raíz que hace crecer las hojas
Y nacer el fruto.
La mirada que se ata al horizonte,
La sombra de los árboles
Y la serpiente que se arrastra
En el espeso monte...

Hombre. Se ha ído, perdiéndose sin prisa
En el verde camino que se pierde al paso,
Y luego es huella.
Se ha ido y yo no le sigo. Para qué seguirle.
Sus huellas no conducen más que a lo inverso
De su ida. Se fué
Con su noble estatura a ningún lado...

Quise escribir con voz de viento
Y el viento mismo se empujaba hacia mí.

jueves, 2 de abril de 2009

Aqui tengo abierta la mirada



Aquí tengo abierta la mirada
Y el corazón doblado entre la noche
Bajo el ciego sereno que palpita
Transcurro.
De uno a otro lado voy seguido
De agudos pensamientos desalados;
Donde habita la flor
Siembro jardínes
Donde canta el mudo ruido del espejo
Descubro el rostro azul sereno
De una virgen de arena.
Van las olas del mar bordadas de oraciones
Descubriéndole el velo a su mirada
En esta islita
De infinitos palmares y clavellinas
Estamos los dos
Lejos de las cosas y del concreto
Cada cual en su mundo
Brillando los altares y las escamas
Nadando entre la espesa inexistencia.
No hay silencios ni palabras.
Se mira entre los ojos del vacío
La canción blanquecina que nos dobla
Nos dobla sobre el aroma
Del tiempo amanerado.
Respiramos
Si, respiramos
Con las manos perdida entre los dedos
Y los dedos entre alas de gaviota
Se alejan hasta tocar
Primero la figura,
Y luego entre profunda incertidumbre
Le acaricia
A uno escondido en el otro
Me despierto sudando entre su fuego
Se despierta quemando mis temores
Y ya que se han abierto las cortinas
Roza el viento las sedas
Hasta perderse en la tibia cabellera
Durmiendo el pensamiento
Y la nostalgia entre las flores.

Aquí tengo abierta la mirada
Y el corazón doblado
Para que no se vayan en escapadas
El cúmulo de ambigüos resplandores
Y habla tu cuerpo
Como hablan las esculpidas golondrinas
Hablas como un respiro inmaculado
Como una bestia herida
Como el simple candor del agua clara
Avanza la espina en la flor
Deshojando tentaciones amuralladas
Vienes y vas mirando de frente
Al puñal que hiere al llanto
Y sobre el surco de una tierra que sonríe
Abrazándote al fulgor de la sonrisa
Y ya quema el sol cuando vuelves
Es posible que sola de mi
Es posible en mí sola
Despeinando en tu frente algún perfume
Haciendo de mil pétalos dos alas
Dormidos tus labios entre los besos
Que dormitan habitados
En otros besos que van en tu regreso
A mojar lo que dibuja tu sonrisa
De perlas
Y habitas en las piedras y en los montes
Y habitas entre la sed de la tormenta
Y habitas cuando la tarde se ha dormido
Entre luceros de ojos madrugados
Y habitas en el camino que ha danzado
Sobre las lágrimas que han llorado las huellas
De algún caminante perdido
Entre el perdido murmullo de su olvido
Y habitas en la máscara que ha sido
Tejida sobre la piel de algún cocuyo
Y habitas en el ronco cantar del canto alado
Y sobre el dulce soñar del mar dormido
Habitas. habitas.

Es cuando me voy con el camino
Que me lleva a la orilla
Y vuelvo, de la orilla, al mar
Dejando a la distancia
Una mirada
Llena de tentación
Y envuelta en besos.