lunes, 22 de junio de 2009

Volar con el viento


No hubo otras palabras en las palabras.
Hace muchos años que nos fuimos de todos lados.
Las alas perfumando quimeras.
Me digo que no puedo encontrar el perfume sobre la almohada.
Me digo que no puedo contar la última historia del primer día.
Me digo que he visto como rueda la ceniza sobre el pensamiento.
Los cuerpos buscan asirse a los esqueletos rotos.
Respiran sobre sus propias incertidumbres. Deshacen la prisa y la luz.
Se hacen formas en las formas. Vuelven sus pasos sobre el día anterior.
Sin alcanzar la voz que se agita en la superficie.
La última vez que supe de tí, supe que tu belleza no se la llevan los años.
Que hay un radiante velo de esperanza abierto en tu sonrisa.
Me pregunté por tus ojos vivos y alegres. De tu andar preciso y tierno.
Como una mariposa en medio de una indescifrable primavera.
Acordamos, hace más de un siglo, encontrarnos cuando ande el ocaso.
No será posible, te digo. No llevo aquella prisa hoy.
Me he detenido sin promesa alguna de dar un paso más.
Sin embargo he sabido que hoy vuelas sobre tus propias alas.

Un día de estos recitaré tu nombre entre el tiempo que va entre mí.
Diré algunas inciertas verdades. De tu perfume pondré memoria.
Por si pasas algún día por donde he puesto mis huellas
A volar con el viento.

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