martes, 31 de marzo de 2009

El mapa de la vida tiene cuerpo de mujer





Contamos mil historias. Sin palabras. Vemos correr el color de los sueños.
Los ojos se desnudan sobre la huella sutil. Y hablan desde la luz.
Y desde la sombra hablan. Claroscuro perpetuo. Curvas y sueños.
La vida tiene cuerpo de mujer.

sábado, 28 de marzo de 2009

Muchacha



Despierta sobre el espejo.
De uno a otro lado del espectro.
Como dos gotas de vida
Con olor a camino por andar
Y a beso del rocío.
Muchacha. Muchacha de alma blanca,
Que le da luz a la luz de la ilusión.
Y corre de uno a otro extremo de lo intangible:
Llovizna de la tarde. Muchacha que es vuelo
Y golondrina. Dulce canción
Que toca el tiempo con sus manos de seda.
Melodía con cuerpo de guitarra,
Muchacha que dormita al brillo de la noche
Y a las flores...
Muchacha que hace nido entre las nubes
Sobre mil escaleras de esmeraldas
Y sabe a guarapo y a champola...
Ojos de miel.
Muchacha que es el agua del arroyo,
Vuelo de ruiseñor con voz de luna...
Tentación que dormita entre suspiros
Muchacha de algodón y de guayabo.
Muchacha.

viernes, 27 de marzo de 2009

Y yo de tí.





Y regresamos entonces en soledad. Tú, con tus palabras.
Yo sin tí. Por la orilla del río, despertando piedras
Y canto de perdices.
Disfrazados de una pena vagabunda. Con olor a desierto
Y pelo húmedo. Todo así. Como dos cantos abiertos
A las perdidas ternuras.
Abrimos mil paraguas para olvidar las lluvias pasadas.
Suspiraban los suspiros ya doblados en las huellas del camino.
Todo así. Como si nada. Sin dejar que las alas tocaran al viento...
Con la dulce amargura de relojes carcomidos y doblados
Sobre sus propias horas.
Contamos pétalos y espinas lejos de la primavera soñada.
Vimos jardínes en medio de la noche
Alejarse como estrellas. Y otras cosas vimos
De regreso al regreso. Tú y yo.
Tú con tus palabras. Yo sin tí...

Hubo una sonrisa persiguiendo la esperanza de todo lo imposible.
Pero no. Los cuerpos llevaban tantos nudos atados
Hacia los propios cuerpos.
Y la tierra se volteaba en cada paso,
Para no vernos pasar.
Y así llegamos. Tú con tus palabras,
Que levantaban inandables muros al capricho...
Yo, Como aquella hoja que va en desbandada
Hacia el abismo del abismo. Seca de esta ilusión,
Y con la juventud a cuestas...
Adornando quimeras y embebido por el humo
De una vieja canción.

(Hablé de tu belleza en una calle cualquiera.
Dije mil veces tu nombre para prenderme de tu ausencia.
Y todo en un momento volvió, como si fuera eterna
La Presencia de todo lo que eras tú,
Aun estando lejos...)

Sin despedidas, corriste hasta tu nido
A lo alto de un arbol de papel.
Y luego fuiste barca y luego ave,
Y luego golondrina que se va con la primavera...
Y yo,
Me dejé llevar por las cosas pequeñas
Hasta que el amanecer me encontró cubierto de rocío...
El sol me vió desnudo.
Pero otra barca se asomaba a la orilla...
Lejos de todas tus palabras
y yo de tí.

jueves, 26 de marzo de 2009

Como un beso


Y entonces eramos muchos hablando de lo mismo.
O casi de lo mismo.
Algunos balbuceaban en la orilla del mar, como arena rota.
Pero al fin fuimos coro. Voces conjunta que
anidaban llanto y sonrisa. Ilusión y certeza.
Las montañas fueron lluvias y las lluvias
Arroyos que pararon al río.
Y el río al mar...
Cantaban las cigarras colgadas de amapolas
Y los grillos levitaban en piedras nocturnales...
Pequeñas mariposas perseguían lámparas y jumeadoras
Entre chozas de palmas con techos de cana...
Y en todo no hubo más que sombra o sueño ante el espejo.
Caballitos alados renunciaban al ocaso.
Volvían a sus cuevas los lagartos. Y en todo,
No era dicha el decir que el destino tocaba el cielo claro.
Todo el tiempo poblado de palabras
Que acaso eran palabras de silencios tatuados.
O espera entre el sonido de un nuevo día.
O el nuevo día callado entre palabras mudas.
Pero no era posible definir, entre esquemas radiantes,
La existencia. Todo pasaba fuera de los atardeceres
Y los libros rayados...
Cotidana incertidumbre que aprendía a volar sobre el vuelo.
Con menta rebuscada en el aliento
Y las manos suaves
Listas para la caricia o el recuerdo.
Círculos que nos volvían al final del principio.
La noria se agitaba como un caballo atado a la tormenta...
Las largas cabelleras perfumaban la prisa o el cansancio.
Y así fuimos lo que solíamos ser antes del tiempo.
Formas indescifrables corriendo como estrellas
Por la noche interminable. Tejiendo rosas en jardínes
Colgados entre los prados del anhelo.
Almas libres corriendo por el tiempo invisible
Aun el reloj disperso entre la arena. Y el amor anunciando
Que aun somos parte de lo infinito.
Lo mortal de la inmortalidad. El canto que espanta la tristeza,
Y en todo. Somos la palabra que aspira deshojar quimeras
E inocencias. Volar entre las alas que el cielo cría entre las nubes.
Doblar, como campanas y el sueño húmedo de un amanecer cualquiera...
Siempre entre la razón que hincha esa parte
De la caverna que habita entre nosotros.
Suspirante y precisa como un beso...

Pero es que apenas empezamos a vernos tal cual somos.
Fuera de los espejos y la doblez del viento.
Apenas hemos dejado, sobre el piso, las escamas,
Y el plumaje gris...


Como una sombra más. Como una aureola santeada en el abismo.
Y en todo...Llega el silencio entonces,
Y nos hace callar de pleno egoísmo. O de pasión viva...
Ha quedado atrás la pesadilla!!!, pensamos.
Nos vamos a dormir, medio desnudos. Y antes que suene el reloj,
Despertar aleteando sobre las hojas verdes del capricho.
Con pijama y bostezos. Con la impresión de haber roto
Todas las voluntades del regreso

Y allá vamos,
Todos a la vez,
Quién sabe a donde!!!
Quién sabe a qué!!!
Desnudos...
Siempre entre la razón que hincha esa parte
De la caverna que habita entre nosotros.
Suspirante y precisa como un beso.

miércoles, 25 de marzo de 2009

La palabra vida






Es posible que no sea tan solo una palabra. Vida.
Es posible que haya tantas tierras
y planetas en su sola enunciación.
El hombre de maíz transita entre el asfalto.
Bajaron de los árboles verdes serpientes.
Y manzanas. La mirada sobrevoló de su trono infecundo
y el corazón fué luz.
Amanecer que retoca el rocío y los tambores.
Sonrisa celestial que revive las ruinas.
Y el canto de las olas varadas en la orilla.
Pensamiento de viento y de salitre.
Recorren las veredas las lloviznas.
Y viene el aliento anidando esperanzas.
Y espejos.
Y en medio de la tarde que agoniza,
nueva vez la palabra.
Vida.
Vida no es solo esqueletos y costumbres.
También es canción y lagarto.
Saludo innecesario a las ciguas palmeras y al camino
Huellas de otras lluvias. Danzar a lo alto de las pencas
Con el viento que pasa.
Relojes que acurrucan la nostalgia.
Y el marrón de ese vuelo perenne
En busca de ramas caídas y nacientes recuerdos.
Vida.
Lombríz que fecunda la humedad de sus sueños.
Tierra despierta.
Volviendo sin volver. Lléndose con los días
que pueblan la existencia.
Uno a uno. Sin prisa.
Y ya nos detenemos por las cosas pequeñas.
Ancladas en su andar sereno.
Dejando que pasen los otoños y los nidos desiertos.
Hasta que la llovizna le toma en vuelo
Y le lleva a otras tierras de igual destino.
Las cuarezmas carcomen lo infecundo.
El corazón tiene sus propias fronteras.
Su voz no muda con los días.
Templado en lo intangible,
aletea incesante y altanero.
Con la vida.
Cenizas en las cenizas y grises alas, ven pasar,
La vida.
Lejos de los colores, calma su sed el arcoíris.
El planeta no detiene su andar,
Mientras transitamos bajos sábanas y espadas.
La vida rejuvenece
Sapos y doncellas. Prendidos de inifinitos horizontes
Cabalgan flores y mariposas.
En busca de la noche y la neblina.
Y en todo sopla la vida.
Hasta en los grillos.
En las piedras y el sereno.
Madrugan, entre azules sombreros, nuevos jardínes.
Aunque doblen las espinas.
O canten los gallos. Y en todo...
La vida.

martes, 24 de marzo de 2009

Esa voz que le da el mar a la mirada





Allá donde comienza la isla. Donde las orillas se aplauden con
El apasible sonido del viento.
Donde se hace humedad y sal el camino.
Y entonces las alas se extienden para no extinguir la marcha.
El sol tímido se hace bendición. El horizonte es hermoso
Aunque hay nubes que le tocan pálidamente. Es este día
Un cuento de olas diminutas. La tarde se anuncia entre las horas idas.
Hay peces vestidos de gabiotas que relampaguean una y otra vez.
No es posible apartar la vista de los ojos lejanos del agua ondulada,
Como el cabello craroscuro de la noche. Murmullos de intangibles serpientes,
Pensamientos expandido entre la arena
Que aun huele a humedad de la sed dormida...
Y regreso
A ninguna parte
Cargado de ese vuelo intransitable.
De barcas que se duermen entre los labios
De ese amor profundo que le mece.
De aves sumergidas en el salitre, nirvanas emplumadas,
Que abren luz al paisaje casi sin tocar el viento azucarado
Que respira entre escamas.
Y luego todo es sueño,
Hasta el sueño mismo.

domingo, 22 de marzo de 2009

Caribe (Michael Camilo)



Bien, ahora vayamos a un intermedio y luego volveeeemoooss con la segunda parte de esta excelente composición musical...



La segunda parte de esta magnífica partitura...



sábado, 21 de marzo de 2009

Un canto al espejo







Me gustaría saber qué hay de mí en ese reflejo.
Acaso un referente ingenuo de lo que puedo o quiero ser.
Busco algun pensamiento o rostro pensado mientras aguardo el eco.
Nada pasa. Nadita. Y luego regreso al regreso.
Me quito la mirada del minuto anterior y respiro.
Tengo alas blancas y presuntuosa -me digo.
Y el espejo me dice que no. Me lo muestra en silencio
Y sonríe a través de mí...
La vida.

viernes, 20 de marzo de 2009

La mirada del viento




Camino en caminos andado. El mirar pasajero
Del recuerdo. Quién tocó la desnudez?
-La inocencia. Podría ser la inocencia.
Y entonces se hizo luz, el viento en la expresión.
Respira, a huellas enteras y sin cansancio,
El andar alado. Tras cortinas de calladas caricias;
Duermen los gestos imprecisos del volar sin rumbo fijo.
Quién tocó la desnudez?, le he preguntado a la noche.
-La inocencia. Podría ser la inocencia.
De vuelta al espejo, recordamos el eco
Con olor a amapola. El viento miraba la mirada lejana
Y otra vez la pregunta...
Quién tocó la desnudez?
-La inocencia. Podría ser la inocencia.

jueves, 19 de marzo de 2009

Preguntas al viento



Ayer me han preguntado Quién soy...
Antes, un siglo antes, solía saber lo que parece que era.
Hoy he perdido, en algun lugar indescifrable, mis maletas.
Puedo encontrar, de frente al espejo, mil canciones despiertas
En los sueños para amainar la lluvia a lo largo del camino.
Hoy no puedo verme más que como un reloj de arena
A la orilla del mar. Armando amaneceres.
Tejiendo remos y sonriendole a las olas;
Contando caracolas con el viento
Y anhelando ser barca nuevamente. Navegar
Porfiando con estrellas de plumaje gris;
Bañado por la lejana luna que respira y vuela con los buhos.
Contador de fábulas, descifrando pinceladas al arcoiris.
Amante de la vida y los caminos.
Desnuda forma que respira sin prisa.
Con la vista fija al horizonte
Y el corazón despierto entre montañas y ríos.
Manantial que no busca, en ansias caprichosas,
Ser mar...
Quién soy, me han preguntado...
Qué podría decir?

miércoles, 18 de marzo de 2009

La imagen de la canción es el viento.


Mas allá de la mirada esta el camino. El hombre respira ante el espejo.
El reflejo del sueño despierta ante la imagen. Expresión radiante,
Alas despiertas entre el viento de un lejano horizonte. Vuelo en el vuelo
De la noche. Estrella fugaz que es noche y luna. Luciérnaga y amanecer...
Y en todo. No se detiene el reloj ni la inocencia.
Un sueño para cada segundo de existencia. Una canción
Para cada ilusión. Y en todo...
La vida.

martes, 17 de marzo de 2009

El morro de montecristi





Al noroeste de la República Dominicana, bañado por el Océano Atlántico, en San Fernando de Montecristi, provincia del Cibao, podemos disfrutar de esta elevación singular que recuerda el lomo de un camello.

lunes, 16 de marzo de 2009

Cantos de multitud

Sobre el asfalto aletean mariposas de cristal...



El murmullo se despierta de la eterna madrugada...



El reloj marcha sin prisa, quien sabe a donde...Vuelan las mariposas. Y el mundo
Sonríe.


sábado, 14 de marzo de 2009

Media sonrisa


El rostro blanco se fue con el perfume de la última primavera.
Recuerdo las nubes cuadriculadas y los periódicos
En desbandada. Y luego ya no fue posible escribir su nombre.
Eran tantas letras y apenitas me quedaba una ladera
De la mano derecha para contar de la vida.
Y la vida respiro de igual forma.Con la forma inenarable del tropiezo.
Los pesados bloques de las calles celestes.
Las flores que desvestían golondrinas.
Y esa canción de dos letras con sabor a chocolate
Y a pan con mantequilla.
Vi sus faldas rosar el alba y su cabello se hizo sueño
Antes de la madrugada. Las hormigas desnudaron la almohada.
Y yo, pobrecito de mí!, tan solo pude alargar
A todo lo largo de la pena,
Mi brazo izquierdo y decir ese adiós mudo
Que recuerda las viejas maletas y la orilla del río.
Tuve que acomodarme en el aleteo de gallos de largas plumas
Que desgargantaban el rocío
En misericordiosas alabanzas intestinas.
Y luego se cerraron los viejos cuadernos,
(La estufa no tenía gas)
Entre la braza y la ceniza pude ver la flor
(Abrigo de una vieja luciérnaga de cartón)
Afiebrada, que me hablaba de un nuevo amanecer.

Qué tan lejos pudiste ir en esa carreta de charamico?
Posiblemente el calor agotó lo poco que bombeaba
En tus venas y viste mil sonrisas
Decirte adiós mientras te hacías parte de un jardín
Sin espinas.
Mil vueltas dí sobre la ilusión primera.
Y entonces corrieron los caballos
Disueltos en la llovizna infertil
De un mediodía cualquiera. Así de rápido fue todo.
Y luego la noche murmuró sobre las espesas melenas de los búhos.
Era otro nido. Pensé. Las estrellas galopaban sobre la oscuridad,
Quise descolgar quimeras del silente murmullo. Y no pude.
Así que la historia se fue diluyendo
Mientras se secaban al viento los paños húmedos
Colgados sobre el canto de los grillos...

Y entonces transcurrió un siglo. Y otro más...
Y tras el siguiente pude desnudarme. Sé de esa voz
Que alzaba el horizonte por sobre las piedras y los espejos.
Corrí entonces cubierto de relojes de arena,
Siguiendo el sueño que apenas me daría
La esperanza de un beso. Dejé que mis piernas
Se doblaran sobre las pesadillas
Y fui el canto de las perdices
Y el verdirojo del barrancolí para, al caer la última tarde,
Ver que no era una cierta la brevedad de unos labios
Tensos
Que hablaban de besar entre la media luna del cansancio.

Vuelvo la mirada y no quedan huellas. Ni palabra alguna.
Ni esqueletos.
Solo el ruido sordo del olvido acoge la esperanza.

Vuelvo, a pantalones cortos y vuelo de cometas, a pronunciar,
Sobre el poema de sal, el desabrido espectro
De dos manos tejidas describiendo la tarde que agoniza.
Y todo vino para irse sin siquiera dejar la sensación
De un afabulado recuerdo...

Apenas nos vimos en carreras sobre el prado,
Contando margaritas y dejando que el viento
Echara a volar los vestidos y las tiernas palabras
Que rodaron por la hierba
Hasta que ya fue hora de volver al regreso.

Y así el horizonte nos toma desprevenido,
Cuando regresan, en cansado vuelo,
Las garzas a sus nidos
Mientras lejanas luces hablan
Por sobre lo que la noche nos aventaja.
Y todo se desvive en el lejano resplandor
De los luceros. Sin sonrisas ni sonrojos,
Recorrimos mil trayectos sin dejar
De ser perfumes del camino,
Y con la noche todo quedó tejido
Entre roces y vino blanco.

Allí está tu casa, pienso sin decirlo,
Apenas puedo con el sereno tibio
Que se aferra a mi rostro amarillento
Y relajado...
Por sobre todas las historias quedan las ganas
De un nuevo encuentro.
Así que no es el tiempo que ha pasado.
Es que recorremos el mismo camino
Sin siquiera tocarnos en pensamiento.

Y las cosas se olvidan. Los hombres arrastran nuevas cruces.
Y otros labios se besan en historias paralelas,
Con sabor a canela y a café dulce
Mientras somos menos los que vamos,
Fingiéndonos olas,
Remando por el mar de blanca arena
Mientras muere la tarde.

viernes, 13 de marzo de 2009

Cronopios



"Cortázar utilizó por primera vez la palabra cronopio en un artículo publicado en Buenos Aires Literaria en 1952, comentando un concierto dado por Louis Armstrong en noviembre de ese año en el Théâtre des Champs-Élysées de París. El artículo se titulaba Louis, enormísimo cronopio. Cortázar explicó después en varias entrevistas cómo el nombre cronopio se le había ocurrido por primera vez poco antes en el mismo teatro, como resultado de una visión fantástica de pequeños globos verdes flotando alrededor en el semi-vacío teatro".



"En sus relatos, Cortázar evita dar una descripción física precisa de los cronopios y se refiere a ellos sólo como "seres verdes y húmedos". Los relatos proporcionan claves acerca de la personalidad, los hábitos y las inclinaciones artísticas de los cronopios. En general, los cronopios son presentados como criaturas ingenuas, idealistas, desordenadas, sensibles y poco convencionales, en claro contraste con los famas, que son rígidos, organizados y sentenciosos; y las esperanzas: simples, indolentes, ignorantes y aburridas."



"La mayor parte de las referencias a cronopios en la obra de Cortázar se encuentra en las 20 historias que forman la última sección de su libro Historias de Cronopios y de Famas. Algunos críticos literarios han buscado en este libro significados metafísicos ocultos, o una taxonomía universal de los seres humanos. El propio autor se refirió a estos relatos como una especie de juego y aseguró que le había producido un gran placer escribirlos."

"Un cronopio es un dibujo fuera del margen, un poema sin rimas."
http://es.wikipedia.org/wiki/Cronopio

jueves, 12 de marzo de 2009

leyendas de ciguapa






Cada luna es una mirada. Un color entre neblina. Estrellas mirando,
La oscuridad anclada en la huella. Camino en el camino.
Cada luna es una mirada. Noche entre noche.
Y todos decimos, De la ternura que amamanta al río.
Beber de la llovizna. Del espejo. De la perdida emoción,
entre piedras y escamas. Y el rostro se le muestra a la historia.
Vuelan sus cosas pequeñas, hasta unirse a lo espiritual.
Amor que ha hecho duendes y canciones. Voz del viento,
Que ve crecer las alas al que camina. Naciendo la sonrisa,
Mientras dobla el tambor.
Cada luna es una mirada.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Infinito





Y hay mas noches que días. Miradas que se buscan entre la noche.
Miramos entre lo tibio del café, una ambigua nostalgia de papel.
Luna dormida entre las olas.
Y el reloj. Horas de sabanas blancas. Canción de cuna...
Y hay mas noches que días.

martes, 10 de marzo de 2009

Anidando el tiempo




Y volvemos así como vuelven las cosas que vuelan con el viento,
Y anidan sobre el vuelo de los años.

domingo, 8 de marzo de 2009

Llovizna en la nostalgia




Y si todo está en el viento?
Las alas del destino,
El polen que hace sombra a la nostalgia y a la canción.
El amanecer sin espejos,
La mirada indeclinable de los sueños...
El equipaje que cabalga en la tormenta,
El caballo que es memoria y llovizna...
Y en su giro constante hace la arena mar del mar,
Y huellas de serpientes en las olas indescifrables del destino...
Camino en el camino
Voz del silencio y horizonte del horizonte enneblinado
La vida tiene sus propios cantos
De largos y vertiginosas madrugadas,
De tardes inquebrantables,
De noches estrelladas de perfumes y esmeraldas...
A ritmo de las cosas que son jardines y rosas,
Amores vagabundos, almas infinitas
Manos tranquilas y radiantes...
Y si todo está en el viento?
...