Y una flor, para el nuevo amanecer. Para aquel amor, que es amor y distancia.
Volamos en el idilio que susurra en el azar, mientras ruedan los dados;
mientras ante el espejo se encuentran los suspiros.
Los caminos se hacen música y alfabeto, mientras nos enhebramos al destino a tiempo completo.
Transcurren los sueños, como un beso eterno.
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