Desde el simple andar del instante, se hace amanecer. Y el tiempo suspira, el camino redobla madrugadas.
Y el beso del rocío...y el vuelo de las luciérnagas.
Todo como una sinfonía sin nombre que enhebra horizontes.
La distancia sublime de un idilio. Llama el amor.
El sol que sale: la ilusión que sonríe. Y en todo, mil golondrinas.
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