Vienen y van, como los días,
Los sueños.
Y allí, donde la canción sublime de la vida,
Nos toca la frente
Empieza el eterno amanecer.
Y el rocío humedece los labios del amor
Que vuela en las alas del viento:
Entre las alas del viento;
Con las alas del viento
Mientras anda el reloj.
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