viernes, 14 de octubre de 2011

Canto 2

Por sobre el tiempo ido te apresuras.
Casi tan sigilosa como un sueño.
Despertando el reloj y hasta el olvido.
Pero no ha de quedarse doblado
El camino por andar en un instante.
Más allá del respirar de otras huellas,
De otros reflejos. De otras distancias.



Mira que he sido el alba adormecida que te llama,
Por entre los mil nombres que haz tallado en tus labios.
Besando en cada uno la pasión que cabalga sin rumbo fijo.
Norte o sur. El mar adormecido entre las olas.
Las calles desiertas. Los duendes entre lo verde del paisaje.
La fabula incierta bajo sábanas blancas.
El canto invertebrado que se abraza a tu aliento.
La caricia que desviste la humedad del momento.
La mirada perdida en un querer sin nombre. Sin tiempo.
Sin distancia.

Y entonces hay estrellas allá en lo alto.
Y otras voces tallando mil universos.
Mundos con mil quimeras que navegan acompasado a su ilusión.
Soles que han de despertarse con la vida que le llama.
Entre el susurro del destino tentador. De ir por regresar.
De escarbar las cenizas hasta rehacerse las alas
Y lo azul de un cielo ido.
Por un poco de luz. Despejar las nieblas.
Amar por amar. Sin destino andar, paso tras paso.
Hasta que la noche le encuentre inconcluso.



Cuando la lluvia venga envolviendo lo nuevo del día,
Vagaremos entre mundos sin fronteras.
Tu vestida de luz. Yo durmiendo caracolas
A la orilla de un mar de olas serenas.

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