Así como una flor.

Ha pasado una vida desde la primera vez. Todo el tiempo ha corrido, entre lluvia y espejo.

La primera impresión... un pensar infinito. Luego se hacen los cielos, los mares, poblamos los sueños.

Caminar en el instante. Encontrarnos, mientras amanece. Volar con el viento.

El calendario teje mil miradas. Y aquí estamos, con la ilusión anidando en las alas de lo eterno.

Entre los dos, despejando el olvido a cada paso. Para ir en la prisa serena de un anhelo.

Se abalanzan las dudas y las nieblas, sale el sol. Despertamos con la nueva esperanza de los viejos caminos.

Luego un suspiro, la música seduce las miradas. Somos dos peregrinos en medio de la nada.

Desierto de un idilio. Canto de una fábula. La magia de la vida, late en cada latido.

Corazones de un beso, alfabeto silente. Y en todo, tú y yo.

Y entre tantas palabras, la brisa se acaricia en nuestro andar.

Así como una flor, bebiendo de los labios del rocío.