jueves, 5 de octubre de 2017

Un danzar de lo eterno.

Y la distancia. El camino hacia el nuevo amanecer. Del amor que renace con el sol.
Desplegar las alas de los sueños, develando la música de aquel andar. Entre aroma de café.
De corazón a corazón. Y el horizonte enhebrando idilios y susurro, en los labios del rocío.
La madrugada se ha ido danzando entre luciérnagas. Y el alba. El mundo que gira.
La ilusión que se expande en el respirar del viento. Todo a uno. Verso de una ilusión.
Y allí donde se encuentran los amores, nos hacemos un danzar de lo eterno.


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