Despertar entre mil sensaciones, mientras regresan las luciérnagas al nido. Y la madrugada,
que se pierde en el reloj de un presente, pasado, futuro. Y una gota de rocío...en la distancia.
Una taza de café, encuadrando el instante en el instante. Tibia caricia del sol naciente.
Verso de una eternidad de sueños; aleteo de un destino afable. Melodía de un respirar.
Entonces no hay palabras ni silencios. Solo el amor entre pentagramas y caminos.
Hay otros tiempos despertando en la mirada...como un cantar del alba.
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