Dibujar un amanecer cualquiera. Desplegar sus alas, mientras el cielo sucede en el tiempo...en el instante.
Para hablar de lo infinito, del universo que recorre la eternidad de un segundo...la sensación de un beso.
Y hablar del amor, como algo terrenal, palpable. Lúdico danzar de una ilusión.
Así como un suspiro, sale el sol.
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