Si contamos una historia, procuramos no dejar nada afuera desde el arte. Ni la lluvia que ha de caer, ni los zapatos rotos colgados en el alambrado eléctrico, ni el susurro de la tarde, ni el vuelo cansado de la garza de regreso a su nido en el ocaso, ni la sonrisa transparente de algún sueño pasajero, ni los lejanos universos que apenas empezamos a pensar que en verdad existen. No dejamos el doblar de laesquina, el enhebrar tristezas, el abrazar olvidos, ni palabras, ni esperanzas, ni siquiera aquel destino que aun no nos alcanza.
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