Quedan mil historias por contar. La noche que se hizo amanecer, el amor que susurra a la orilla del rio se hizo pez, barca de un beso camino al mar, alas de caracolas pues, ola de sal y huellas del andar eterno que aspira a un instante de luz. Luego el arte nos permite enhebrar los espejos, los horizontes imposibles, las voces dormidas. Quedan las líneas que reviven universos, los colores que calman la sed bajo la lluvia por caer.
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