domingo, 21 de noviembre de 2010

Érase una vez


Érase una vez que todos teníamos
las manos atadas al destino.
para hacer caminos.
Érase la oportunidad de volar
como vuela la noche,
sin alas,
sobre el viento.
Érase la canción desnuda.
desnuda de alma.
para caldearse a lo futuro
una cabellera de sal y mirada abierta.
Amando el presente por el presente;
mirando la firme expresión del horizonte
que nos invita a tomarle desprevenido
y preñarles
de voces perfumadas
y puñales rotos.

Érase como para brindar
por la lluvia que moja
el lento caminar de las almas dormidas;
de echarse sobre el surco
de la tierra seca
y arar el aliento de cigarras
y olvido...
felicidad pasajera, que toca sin mirar
y se lanza al vacío.
tristeza inmunda que se toma el capricho
de hacer en nuestras frentes
otros caminos
con sus besos salvajes...
Érase la nada
ansiando perseguir mariposas.
Érase la espiga y la flor
prendida al hechizo de unos labios
húmedos:
anhelos perdidos sobre la flor
que duerme entre pétalos de otras horas.
Érase que eramos parcos trovadores
de canciones diminutas,
casi imperceptibles
para hablar de que todo
vuelve a ser
lo que nunca había sido.
un camino trillado
un abrazo entre olvido
un espejo quebrado sobre el noble barranco
un ruiseñor sin alas mientras vuela su canto
una ráfaga incierta de golondrinas blancas
una rama en la hoguera
un hablar sin palabras...
Érase el principio de una cuna.
otra.
para mecer el sándalo inundado de hiel
y de esmeraldas...
Érase mil aleluyas con zapatos quebrados
y huellas dibujadas
por el dios del camino que nos lleva entre brazos...
Erase el principio
el primer paso
la mirada que sube
hasta tocar la inocencia fingida...
Érase que eramos
un collar de perlas
caracolas dormidas entre el mar
que cabalga por entre las palmeras...
Érase una oración
que empezaba a tocar el fuego y la ceniza...
y a vestir la esperanza
de secretos a voces
sobre el alba y el llanto.
Érase una vez... entre todas las veces.

2 comentarios:

  1. Somos parcos trovadores tratando de hacer hablar todo aquello que calla.
    a veces hay espejos, otras alas quebradas,esto también es principio.
    Busco en tus versos la inocencia de esas aves del barro.La plenitud de tus letras que son plegaria Y CREACIÓN. UN BESO

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  2. Cruzar mares, hacer un nido de la noche entre los sueños, tejer y destejer mientras corre el reloj...hacer que uno y uno sean algo menos que dos pero más que la suma en medio de tormentas o apacibles cantos. Voz y vida. Beso y nuevo día. Miradas que se buscan por sobre el horizonte...
    somos muchas cosas claudia. Los versos hacen peldaños y escaleras. La vida tiene sus propias formas de decir, qué hacemos con todo eso?

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