Y amanece en lo eterno, entre colores y canto. Enhebrando en el tiempo y la distancia, como un beso.
El camino se encuentra a cada paso, se diluye al pasar. Aquel andar es la vida en la vida,
anidando horizontes y susurro, a vuelo de ilusión. Busca aquel amor lejano, vestido de sonrisas
y fábulas. Pero es otro día para el anhelo, para dibujar mil miradas a cada verso. Y se poesía
el sentimiento, y pasión el instante.
Así que nos saluda el universo, tejiendo melodías en melodías:
mientras el cielo se abraza a mil nubes y aquel vuelo sublime del destino.
Un sorbo de café devela lo intangible: y llama el amor.
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