Instantes. Tejiendo mil palabras en el reloj, que rema entre suspiros y la música que se abraza a la música,
mientras danza lo eterno.
Instantes. Hablar desde el naciente horizonte de versos y andares.
Y en todo, hacerse el camino del camino, enhebrando al destino aquella eternidad de besos lejanos.
Dibujar la mirada del amanecer, sin otra cosa que el todo de la ilusión.
Instantes.
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