Camino. Paso entre paso del viento, destejiendo distancia e instantes.
Y luego el amanecer. Y la sonrisa eterna del momento primero. Siempre es el momento primero.
Vamos de un lado a otro de la ilusión, mientras sale el sol. Somos amanecer.
El amor despierta en la mirada primera. El vuelo trascendente de la luz.
En ella la oscuridad, el gris de la tarde, lo espeso de la noche. La madrugada cede al alba.
Se van a dormir las luciérnagas; bebe el anhelo en los labios del rocío.
Se pone de pie la pasión, nosotros en ella. Ella en nosotros. Y viceversa.
Se encuentran los caminos, y nace lo eterno. Una y otra vez.
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