La ilusión del instante que amanece.
Un gesto de lo eterno para un respirar.
E irnos, como barca en mar, de verso en verso, de realidad en realidad.
Los caminos se encuentran con el sol saliente, se hacen luz las miradas.
Y en el andar de lo que somos, aprendemos a ser poema, música, alfabeto.
Irnos hasta la tarde, anidar en la noche.
Y despertar el uno en el otro.
Y así.
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