Trascienden mil versos a cada beso de la ilusión que nace en las horas primeras.
Y nos vamos, con la fuente infinita del instante, a ser instante en el instante.
Se vislumbran las miradas en las miradas, y el amor amanece.
Entre el volar apacible de mil suspiros, nos hacemos camino.
Vestidos de eternidad.
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