jueves, 28 de septiembre de 2017

Y un amanecer de besos.

Desde aquel alfabeto de ilusiones. De noche que se acaba entre mares de estrellas y madrugada.
Mientras vuelan a sus nidos las luciérnagas. El anhelo abraza mil distancia. Idilio.
La mirada dibujando horizontes a cada instante del alba. Y la música.
Pentragrama de un sol que se hace verso. Cabalgar lúdico. Que se acaricia con el viento la distancia.
Los caminos se enhebran a los caminos, los amores seducen a los amores. Casi un poema.
La eventual realidad de lo eterno. Todo aquello que conforma el universo, la sonrisa...el amor.
Y así viene el danzar de mil susurro. Sinfonía de un tiempo que se hace un respirar. 
Una diminuta fábula del sueño, rehaciendo los espejos. Silueta de un reflejo que despierta el latir de un latir.
Fuera de las palabras, la realidad avanza con el día. Aroma de café, huellas intangibles...y la mañana.
El paisaje va develando lo andado. Vuelan las miradas en las miradas, el viento pasa.
Se encuentran los corazones en la distancia, los amores se hacen camino. Y un amanecer de besos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario