Y así como el alba, toda la eternidad.
Vestidos de camino, buscamos las huellas del amanecer. Una y otra vez.
Irnos en cada regreso, como una respiración del viento.
Anidar en la existencia, mientras todo pasa. Mientras todo queda.
Amando en el amor, desde la simplicidad de lo imposible. Desde la difícil realidad de un beso.
Hacernos eso que soñamos. Para luego soñar con despertar siendo inocencia y universo.
Sobre mil plataformas de ilusión, enhebrar fantasías y ternura.
Y en los labios del rocío, surgir del sol. Mientras, la noche se hace madrugada.
Templar el instante, entre música y susurro. Y en todo, amar eternamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario