miércoles, 7 de junio de 2017

Cuando el sol.

Música del alma, como el ir y venir del instante y la ilusión.
Enhebrar caminos en caminos, alfabeto de eternidad.
Y las cosas que hacen la vida.
Y aquel pentagrama de sensaciones que conforman realidades de realidades.
Hablarle al presente de todo aquello que despierta una simple sonrisa.
Decir de aquel mirar de la mañana, vuelo de una transparente fábula de luz.
Y todo aquello que nos echa a volar hacia lo infinito. Dibujando horizontes.
Perderse al encontrarse en el regazo del alba, mirarse sin distancia ni pasado.
Allá donde el decir lleva la eterna melodía de un respirar.
Y luego abrazarse a todo lo que se vislumbra, a voz de universo.
Como una inmensidad de pequeños caminos y huellas. Y andares de andares.
Cuando el sol se descubre al mirar de la vida.


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