Todo un alfabeto del alba. Distancia infinita de un instante, y aquel amor lejano que amanece.
Decir desde el silencio mil poemas, música del alma. Hablarle a la pasión, a la vida. Al amor.
Sin embargo hay momentos donde no llegan las formas ante un sentir sin fronteras.
Entonces todo calla, entonces todo habla. Cada cosa a la vez. Para una canción.
Y te digo, que voy entre mil olas, hasta al mar de tu mar. Como barca del viento.
Dibujando en la arena mil corazones. De corazón a corazón.
Pentagrama de besos, para un beso eterno. Música del alma.
Así que, hoy que es tu día, también mío es. Nuestro.
No tengo las palabras precisas, diría que ando perdido entre ellas.
Te encuentro a cada pensamiento, en cada soplo de la ilusión.
Pero queda la duda de si todo es posible. De si todo vendrá con el tiempo.
De si tendremos un camino de luces y andares. Más allá de mil dudas, te encuentro cada vez.
Tal vez mañana pueda decir cosas más llena de luz, porque hoy ando sin tanto amaneceres.
Desde aquel poema que nos lleva entre sueños y anhelos, voy contigo y en ti por siempre.
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